Niños desplazados y migrantes, Afganistán, desapariciones forzadas, bosques… Las noticias del viernes
El año pasado aumentó el número de niños migrantes y desplazados. El atentado en el aeropuerto de Kabul se diseñó específicamente para causar una carnicería. Los derechos económicos, sociales y culturales también contribuyen a las desapariciones forzadas. La restauración forestal es clave para evitar los incendios forestales y reforzar la acción climática.
Unos 60 millones de niños han migrado a otra nación o han sido desplazados por la fuerza dentro de sus propios países
Un nuevo informe de UNICEF sobre género y migración lanzado este viernes destaca que el año pasado había 35,5 millones de niños que vivían fuera de su país de nacimiento como migrantes o refugiados.
A esa cifra hay que añadirle otros 23,3 millones de niños que se encontraban en situación de desplazamiento interno. La suma de ambos registros arroja un aumento de casi 10 millones de menores en comparación con 2015.
El estudio también señala que algunas rutas migratorias están especialmente sesgadas por cuestiones de género.
Como ejemplo, UNICEF explica que el año pasado nueve de cada diez niños no acompañados que buscaban asilo en Europa eran varones y que dos de cada tres procedían de Afganistán, la nación que lidera la lista de diez países con el mayor número de niños no acompañados que solicitan asilo en Europa.
Los principales motivos que empujan a los menores a desplazarse son el de asumir el rol de sostén de la familia por parte de los niños, mientras que las niñas pueden emigrar como estrategia para retrasar el matrimonio precoz o por motivos de violencia sexual relacionados con conflictos.
Entre las víctimas de la trata detectadas, las niñas superan a los niños en una proporción de 4 a 3. Ellas tienen más probabilidades de ser víctimas de la trata con fines de explotación sexual, mientras que ellos son víctimas de trabajos forzados.
El atentado en el aeropuerto de Kabul se diseñó “para causar una carnicería”
ADB/Jawad JalaliVista panorámica de la ciudad de Kabul. la capital de Afganistán, en Junio del 2020.
Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron hoy en los términos más enérgicos los atentados perpetrados este jueves cerca del aeropuerto internacional de Kabul que causaron por lo menos 60 muertos y cerca de 120 heridos. El Estado Islámico en la Provincia de Jorasán reivindicó los atentados.
Asimismo, reiteraron «la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán para garantizar que el territorio de este país no se utilice para amenazar o atacar a ningún país, y que ningún grupo o individuo afgano apoye a los terroristas que operan en el territorio de ningún país”.
Se sumó a la condena la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que destacó que la explosión fue una acción calculada para matar y mutilar al mayor número de personas posible: civiles -niños, mujeres, padres, madres, así como talibanes- y fuerzas extranjeras que protegían el aeropuerto.
El portavoz de Oficina, Rupert Colville, declaró en rueda de prensa en Ginebra que»fue un ataque diseñado específicamente para causar una carnicería, y la ha causado, y señaló que espera la captura y enjuiciamiento de los responsables de los responsables lo antes posible.
Por su parte, el director regional de emergencias en el Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud dijo que la situación en Afganistán sigue siendo muy inestable y que el atentado agrava aún más la situación.
Rick Brennan indicó que las necesidades humanitarias en todo el país son enormes y van en aumento con más de 18 millones de personas necesitadas en un contexto de hambre, sequía, conflicto y COVID-19.
La falta de protección de los derechos económicos, sociales y culturales contribuye a las desapariciones forzadas
PNUD Guatemala/Caroline Trutmann MarconiEl Museo Comunitario de la Memoria Histórica en la localidad de Rabinal, en Guatemala, dignifica la memoria de las víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas en la zona.
La falta de protección efectiva de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas es también uno de los factores que contribuyen a las desapariciones forzadas.
Así lo afirman el Comité y el Grupo de Trabajo de la ONU contra las desapariciones forzadas con motivo del Día Internacional de las Víctimas de esta violación de los derechos humanos.
Los expertos destacan que las personas que viven en situación de pobreza o con discapacidad, las que viven marginadas, las migrantes o las que habitan en zonas con escasa o nula presencia de instituciones estatales están expuestas a un mayor riesgo de desapariciones forzadas.
Añadieron que los niños y niñas que no tienen acceso a la educación que viven en la pobreza o que han sufrido desplazamiento, corren un mayor riesgo de ser secuestrados y convertirse en niños soldado o víctimas de trata.
Los especialistas instan a los estados a abordar el hecho de que las desapariciones forzadas ponen a familiares y allegados en una posición muy difícil, especialmente cuando la persona desaparecida es el sostén de la familia.
“Al alterarse la estructura familiar, cónyuges e hijos se ven afectados económica, social y psicológicamente. Teniendo en cuenta que los hombres suelen ser las principales víctimas de las desapariciones forzadas, las mujeres se ven especialmente afectadas”, resaltaron.
Por ello, destacaron como “esencial” que todos los países “presten atención específica al impacto multidimensional de las desapariciones forzadas en los derechos económicos, sociales y culturales de las víctimas a lo largo del proceso de búsqueda y de la investigación”.
La restauración forestal es clave para evitar los incendios forestales y reforzar la acción climática
©FAO/Xiaofen YuanLos bosques brindan alimentos, albergue, energía, medicina e ingresos de manera directa a 1600 millones de personas.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para Europa resaltó hoy que los impactos sociales, ecológicos y económicos negativos de los incendios forestales en los paisajes siguen aumentando.
Olga Algayerova recordó que, aunque los incendios forestales forman parte natural de muchos entornos y son cruciales para eliminar la maleza muerta, restaurar los nutrientes y regenerar los suelos, aumentarán en gravedad y tamaño y se extenderán mucho más allá de la temporada de incendios habitual.
Algayerova indicó que, si queremos alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París, debemos tener en cuenta el riesgo de incendios forestales al gestionar los bosques existentes y planificar las actividades de plantación de árboles a gran escala.
Al mismo tiempo, abogó por la restauración de los humedales y destacó que las amenazas a las que se enfrentan los bosques sólo pueden resolverse mediante la cooperación internacional.
“Pero para poder prestar todos estos servicios esenciales, el ecosistema debe ser lo suficientemente resistente como para hacer frente a retos como los incendios. La restauración del paisaje forestal puede ser una herramienta eficaz para aumentar la resistencia de los bosques y reducir los efectos negativos de los incendios forestales”, aseguró.
27 Agosto 2021 Migrantes y refugiados